domingo, 9 de diciembre de 2012

Propósitos de año nuevo


Comienza diciembre y es inevitable empezar a pensar cómo ha resultado este año en términos de logros. En este sentido, es usual que al acercarse el fin de año cada persona haga un balance de lo logrado y lo que quedó pendiente respecto a los propósitos que se plantearon en enero de 2012.
Al cerrar un ciclo es natural revisar lo avanzado y plantearse nuevas metas para el siguiente año. Es saludable proponerse cambios para mejorar las condiciones de vida y promover el crecimiento personal y profesional. Estos propósitos pueden ser diversos y cada uno definirá los que considere más importantes para los próximos doce meses: personales, laborales, familiares o económicos. Lo importante de este ejercicio es que nos brinda una ruta a seguir, una imagen de lo que se quiere lograr y una  visión de llegada.
Sin embargo, todos estarán de acuerdo con que no es fácil cumplir lo que se promete a inicio de año, sobre todo si se trata de metas que son muy ambiciosas o deseos que no necesariamente dependen de nuestro control.
Por ejemplo se pueden establecer algunas metas generales que, muchas veces, están contrapuestos a nuestros hábitos cotidianos como dejar de fumar, bajar de peso, hacer ejercicio, entre otras. Este tipo de objetivos serán  difíciles de cumplir si uno no hace cambios radicales en sus actitudes, conductas y actividades; y fácilmente llevarán al desánimo y desmotivación.
El no cumplir las metas puede ser difícil de asumir pero es necesario hacer una evaluación y preguntarse qué tan realistas fueron nuestras metas y si fuimos lo suficientemente constantes durante el año para alcanzarlas.
Cuando los objetivos son muy altos corremos el riesgo de abandonarlos a mitad de camino o posponer el inicio del cambio. Seguramente estará pensando que el próximo año sí las cumplirá. No se preocupe, pasa a la mayoría pero ¿Cómo hacer para lograr resultados efectivos el próximo año?
Primero es necesario escoger metas específicas y reales. Si una persona se propone correr una maratón cuando ni siquiera tiene el hábito de caminar será un objetivo desproporcionado a sus posibilidades. Tal vez deba empezar por plantearse una rutina diaria de caminata y luego empezar a correr poco a poco e ir midiendo su resistencia mes a mes. Es conveniente plantearse metas que puedan ser medidas cuantitativa o cualitativamente. De esta manera, los resultados parciales obtenidos incrementarán nuestra motivación y nos empujarán a seguir adelante con lo que se ha propuesto. Sea cual sea la meta que se haya trazado no olvide que la constancia será siempre la clave.

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